miércoles, 29 de diciembre de 2010

NO VUELVAS MÁS 2010

Javier Martínez

El 2010 entra en su recta final. Un año que, lamentablemente, ha resultado peor de lo esperado cuando tomábamos las uvas el pasado 31 de diciembre. Porque el paro no ha bajado, sino todo lo contrario. Porque el tabaco, el alcohol o la gasolina es cada vez más caro, porque nos hemos quedado sin el cheque bebé y sin las polémicas ayudas de 426 euros, que, si bien en muchos casos eran injustas, daban de comer a muchas familias que tenían a todos sus miembros en paro. Porque mi padre sigue quejándose de que tenga que trabajar dos años más cuando hace dos años había superávit en la caja de la Seguridad Social. Por la huelga, por el hipotético rescate que esperemos que nunca llegue... España está peor que nunca, al menos hasta donde me alcanza la vista.

Eso ha sido 2010. Y para rematar, la factura de la luz subirá casi un 10 por ciento, junto a la bombona de butano, que subirá también en torno a un 3,8 por ciento. Miguel Sebastián,  por su parte, no ha dudado en trasladar las culpas de la subida de la luz a una herencia del Partido Popular, algo que, sencillamente, no me cuadra mucho teniendo en cuenta la cantidad de medidas de austeridad que se están tomando por parte del gobierno.

En este contexto, Zapatero afronta un año complicadísimo. Para empezar, el presidente deberá dar cuentas en la última rueda de prensa del año en Moncloa en la que deberá contestar las preguntas mirando hacia otro lado sabiendo que no cumplió nada de lo que dijo en el pasado. Las preguntas que deberá contestar serán aún más importantes, porque según parece, Zapatero seguirá tomando medidas para lograr el objetivo del déficit, pese a quien le pese.

Por eso, y por muchas cosas más, esperemos que no vuelva a haber un año como éste, al que despediremos más fuerte que nunca pensando en que quizá 2011 nos pueda traer algo bueno en materia económica.

lunes, 27 de diciembre de 2010

EL AVE TRAE BUENAS NOTICIAS

Javier Martínez

Hace menos de un mes, mucho antes de que entrara en funcionamiento el maravilloso y potente nuevo AVE entrara en funcionamiento el 19 de diciembre, me dispuse a sacar en la cómoda web de Renfe los billetes para volver en navidades a mi casa en un pueblo, conocido fundamentalmente por su precioso castillo y que está casi más cerca de ser de Alicante que de Albacete: Almansa.

Pues bien, el kit de la cuestión es que hasta el mes de noviembre, un billete simple entre Madrid y Almansa, podría salir, en total de ida y vuelta, por 31 euros cada uno. Pues bien, los billetes para coger el tren en nochebuena y nochevieja me costaron 86 euros con ida y vuelta, eso sí, con carnet joven. Las cuentas salen así: ida y vuelta por dos veces en navidades: 172 euros. Cada billete individual, si echáis cuentas, sale a 43 euros más o menos, con carnet joven incluido.

Sin embargo, y a pesar de mi considerable enfado al desembolsar la cuantía de los billetes, Renfe me dio una alegría que hicieron que se me pasaran todas las penas conforme iba llegando la hora de llegar a la estación almanseña: con la apertura del nuevo AVE a Valencia, los trenes convencionales, ya sean Alvia o Talgo, pueden utilizar también este tipo de vías, lo que reduce considerablemente el tiempo de llegada al destino fijado. De esta manera, mientras que en anteriores viajes se llegaba a casa con un tiempo de casi tres horas, ahora, el tren me dejó en mi estación de toda la vida en dos horas y ocho minutos.

Lo dicho, que está claro que hay que pagar la mega-inversión que se ha hecho con el AVE y que ahora suben de precio hasta los chicles, pero lo más importante es que las distancias, y sobre todo el tiempo, que para muchos es tan importante, se ha reducido considerablemente gracias a esta línea de Alta Velocidad. Porque no hay otra cosa mejor que llegar a casa en navidad mucho antes de lo que esperabas, aunque tu bolsillo se haya llevado un buen golpe.

lunes, 20 de diciembre de 2010

SUBEN LOS PRECIOS, BAJA EL BOLSILLO

Javier Martínez
Los precios siguen en su escalada. Tanto si queremos ir a ver a la abuena nuestro turismo como si queremos sacar un paquete de tabaco un sábado por la noche, la subida de precios sigue con su particular lucha contra el consumidor y hace que éste tenga progresivamente mucho menos dinero en los bolsillos que el que tenía hace un año. Así, la situación se recrudece, y, con vistas a una de las épocas en las que menos nos cuenta rascarnos el bolsillo, no parece que los precios vayan a echar el freno.


Si nos ponemos a analizar los precios de la gasolina, esta llega ya casi al máximo histórico de 2008, cuando un litro de diésel costaba la friolera de 1,33 euros. El tipo de cambio euro-dólar, y las progresivas subidas de impuestos que ha efectuado el gobierno sobre el crudo ha propicidado la actual situación. En cuánto al tabaco, la última efectuada por el gobierno es una de las progresivas subidas que irá experimentando la cajetilla a lo largo de los próximos años hasta llegar a los precios que normalmente, están establecidos a lo largo de toda Europa. Sin ir más lejos, una cajetilla de Lucky o Marlboro puede llegar en Londres hasta los 7 u 8 euros, por los cuatro euros que cuesta de media una cajetilla en España tras las últimas subidas.

Pero por si fuera poco, la luz también ha 'entrado en escena' y también será otro de los servicios que los españoles verán encarecidos a partir del próximo año cuando les llegue el correspondiente disgusto a su buzón. El conocido como `déficit de tarifa' por el que el gobierno tendrá que recuperar la deuda contraída, tendremos que pagarlo, como no, los de siempre.


Las pensiones son otro elemento a tener en cuenta, porque hay cosas que, personalmente no cuadran en ningún aspecto. ¿Porqué si hace dos años había superávit en el fondo de la Seguridad Social, ahora hay una necesidad imperiosa de llevar la edad de jubilación hasta los 67 años? Se echa la culpa a un progresivo envejecimiento de la población cuando hace dos años, con unas cuentas llevadas de una excelente manera, nadie se planteaba, ni de lejos, que se tuviera que trabajar dos años más. Y que conste que hace un par de años, el gobierno sabía perfectamente que la tendencia de la población, no solamente española, sino también europea, era tendente al envejecimiento.


Con las cosas así, llega a España la Navidad en un momento en el que todos nos preguntamos hasta cuándo estaremos así y cuando retomará el vuelo nuestro país en el ámbito económico. Cada vez tenemos menos dinero en nuestros bolsillos y cada vez son más las medidas que llegan desde el gobierno de austeridad, limitando aún más la capacidad de consumir de los españoles en una situación en la que sino se crea trabajo, nunca llegará nada de lo demás. La única opción que queda es aguantar el tirón e intentar, aunque sea por unos días en compañía de la familia, pasar una feliz navidad, y esperar, como hicimos el pasado año durante las campanadas de la puerta del sol, en que el año que viene no tengamos más de lo mismo y se deje atrás un año que, visto lo visto, es mejor olvidar, con la excepción eso sí, de ese Mundial de fútbol que nos dio Don Iniesta.

domingo, 12 de diciembre de 2010

ARRANCA EL AVE MADRID-VALENCIA

Javier Martínez


España ha asistido en el día de hoy a una jornada histórica en la trayectoria del ferrocarril en España. Lejos, como una eternidad queda 1848, cuando se puso en marcha el primer ferrocarril en España entre Barcelona y Mataró. Hoy asistimos a la puesta en marcha de la majestuosa la línea AVE Madrid-Valencia, que une económica, social y geográficamente a dos de las principales ciudades de nuestro país.
Muchos dicen que el tiempo es oro. Lo es, y con el AVE se quiere exprimir al máximo ese valioso tiempo que nos pertenece: reducir en una hora y media un trayecto de 391 kilómetros es una barbaridad. El AVE proporcionará que, un trayecto que se recorría en una media de cuatro horas, pase a realizarse en un tiempo récord. Por otra parte, este nuevo corredor sirve para poner a España a la cabeza de la alta velocidad en Europa, ya que con la puesta en marcha de esta nueva línea, España estará aún más cerca, en 2012, de ser la primera potencia en alta velocidad en el mundo al superar a Francia con 2.900 kilómetros de red.
Gracias a esta innovación, y aparte de los 23.000 puestos de trabajo que se podrán crear, los beneficios son incalculables. Primero, la descongestión de la A-3, autovía más transitada de España, podrá reducir considerablemente muchísimos problemas de tráfico que se ponen en evidencia en fechas señaladas como Navidad, Semana Santa o el puente de la Constitución. Muchas personas, ya sea a través de estudiantes que estén en un sitio otro o trabajando en cualquiera de las dos capitales, verán reducidas sus distancias para llegar a la familia, por ejemplo, los fines de semana. Por no hablar de la cantidad de madrileños, valencianos o de ciudadanos de cualquier parte de España que se ahorrarán larguísimos y aburridos viajes de 4 o 5 hora en autobús en verano para bajar a darse un baño en la capital del Turia.
Pero por suerte para los españoles, el AVE no acaba aquí. En una época en la que está primando la austeridad en toda Europa, el gobierno no quiere cesar en su empeño de transformar el ave como en la alternativa clara para los viajeros del este de España para desplazarse hasta Madrid. En este sentido, Alicante, Elche, Murcia o Almería serán las siguientes ‘paradas’ del AVE en España.
Pero, como todo en esta vida, el AVE también tiene algún inconveniente. ¿El problema? El precio del billete. Presumiblemente, los billetes no bajarán de 90 u 80 euros, cifras que, en estos momentos de crisis, se alejan de las posibilidades reales de muchísimas personas. Y ese precio sólo vale para la ida, por lo que el precio de ida y vuelta sería superior claramente a los 120 euros. Estará por ver la acogida que recibirá y si este corredor se abrirá solamente hacia aquellas personas que tienen mayores recursos económicos. 
A continuación os adjunto una ilustración para que veáis los recorridos y trayectos que  el gobierno quiere conseguir en la línea de AVE del este del país.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

AUDI VA DE RÉCORD

Javier Martínez
 La compañía de automóviles alemana ha superado su propio récord en lo que llevamos de año, ubicado en 2008, al superar el millón de unidades vendidas en el periodo comprendido entre enero y noviembre. Estos datos también suponene un incremento del 15,3 por ciento respecto al ejercicio anterior, donde se cosecharon 787.000 ventas.


Este gran volumen de ventas de la firma alemana se debe al extraordinario crecimiento experimentado en China y el este asiático, aunque también EEUU y Alemania han contribuido con un gran volumen de ventas. Concretamente, se registraron más de 250.000 ventas en la región Asia-Pacífico, lo que equivale a un aumento del 44,6 por ciento más que en 2009, mientras que en EEUU, se consiguió aumentar la colocación de coches un 23,6 por ciento en comparación con el ejercicio precedente.

Por otra parte, Alemania, del su director de ventas y marketing, Peter Schwarzenbauer, confirmó que Alemania va recuperando los niveles de ventas anteriores a la crisis, ya que el país teutón "una vez más ganará la carrera de nuestros mayores mercados en 2010”.

La mala noticia para nosotros es que España no formó parte de esta corriente positiva que ha experimentado la compañía, ya que las ventas, a pesar de que son superiores a lo que se vendió en 2009,  cayeron más de un 30 por ciento en el mes de noviembre con respecto al ejercicio anterior. Una prueba más de que la mala situación económica, unida a la supresión de las ayudas que proporcionaba el plan 2000E, ha contribuido a llevar al sector del automóvil al hacia el abismo en España.

martes, 7 de diciembre de 2010

Esclerosis múltiple. Antonio Miguel Carmona

El Banco Central Europeo, elogio a la mediocridad

Los mercados de capitales han vuelto a cerrarse: no hay liquidez, el dinero no fluye, nadie presta a nadie. La única solución es que el Banco Central Europeo inyecte liquidez en el sistema, desatasque su esclerosis comprando deuda con nueva masa monetaria, tal como veníamos advirtiendo desde El Plural y otros medios desde hace meses. Llevamos mucho tiempo sosteniendo, la última vez hace escasamente una semana en El Plural, las más veces hasta ayer en contra de todas las opiniones, que no cabe más miopía que estar dejando morir sin crédito a naciones como Grecia, o como Irlanda, quizás Portugal, ¿mañana Francia?, porque sus bancos no puede comprar dinero en el mercado de capitales y, por tanto, ni pueden prestar a sus ciudadanos, ni devolver aquello que se les prestó.
¿Cómo empezó todo?
La causa de la actual burbuja financiera se debe a tres factores :

1ª. La política monetaria ultraexpansiva desarrollada por Alan Greenspan desde que fue elegido, a propuesta de Ronald Regan, Gobernador de la Reserva Federal en 1987 hasta 2006, dando dinero fácil en grandes cantidades.

2ª. La relajación de los bancos norteamericanos otorgando profusamente créditos desde que Jimmy Carter aprobara la Community Reinvestment Act en 1977, obligando a los bancos comerciales a relajar sus condiciones.

3ª. La inexistencia de una legislación internacional de los mercados de capitales y de crédito.

La Ley de la selva
Como consecuencia de ello, el exceso de crédito invadía los mercados internacionales, numerosas veces oculto en los paraísos fiscales y campando a sus anchas sin legislación que lo embridara. El problema de los créditos internacionales, además, es que no existen leyes internacionales, como bien explican Pablo García y Luis Tomás en la página 287 de su libro Mercados Financieros Internacionales (Editorial Delta, 2010) Se necesita un marco legal internacional que frene la opacidad de lo que se está transfiriendo –dinero, información o fondos-, una regulación financiera mundial, en definitiva, con el objeto de salvaguardar la estabilidad de las instituciones financieras, aún perjudicando a corto plazo a los consumidores, tal como decía Michael Taylor a mediados de los noventa en su magnífico artículo “Twin Peaks : A Regulatory Structure for the New Century” (Centre for the Study of Financial Innovation, 1995).

¿Cuáles fueron las consecuencias?
Al dispararse el crédito desde 1987, éste no sólo alimentaba el crecimiento, sino la boca de un monstruo: una burbuja inmobiliaria y mobiliaria. El sistema capitalista lleva inherente una inestabilidad que genera apreciaciones especulativas dando lugar a su posterior estallido. Se presta con profusión, la gente compra pisos en abundancia, el precio de la vivienda sube de forma irracional hasta que alguien se da cuenta del sinsentido que es que una vivienda en Queens cueste un millón de dólares.

Burbujas en mercados asesinos
Quien mejor teorizó sobre cómo se conforman las burbujas fue Hyman Minsky (1919-1996), doctor por Harvard, profesor de Chicago y alumno de Joseph Allois Schumpeter y de Wassily Leontief. En un magnífico artículo sobre la inestabilidad financiera, intitulado “Hipótesis sobre la inestabilidad inherente”, predijo todo lo que ha venido a ocurrir. Minsky defendía la posibilidad de ordenar el mercado del crédito desde una regulación pública eficaz con el fin de evitar burbujas; de esta forma, como bridas, la intervención sujeta el disparate de disparar el crédito de forma irracional. No se hizo: los políticos conservadores y los economistas ultraliberales pensaban que el mercado financiero se regulaba a sí mismo.

La recésion
Al frenarse el crédito, al no haber liquidez, ni dinero, ni prestamos, la demanda se derrumbó con espasticidad, las empresas cerraban y el desempleo sacudió las economías occidentales en su conjunto. De esta manera se explica el Premio Nobel Paul Krugman en su tesis sobre el retorno de la economía de la depresión, concretamente en las páginas 193 y siguientes de su libro El retorno de la economía de la depresión (Editorial Crítica, 2009). El profesor Krugman defiende que la congelación del sistema financiero ha dado lugar a una caída de la demanda y a la mayor crisis que ha visto la Humanidad en mucho tiempo.

La llegada del disparate
Con una sequía en los mercados financieros internacionales, inundados de deuda privada y deuda pública recientemente generada por los múltiples déficits, junto con una recesión sin precedentes, a políticos y economistas neoconservadores, mal llamados liberales, no se les ocurre otra cosa que preferir reducir los gastos y contraer aún más el crédito. Un disparate.

Los postkeynesianos
Una corriente del pensamiento económico, los postkeynesianos, defienden, a diferencia de los neoclásicos (liberales) y keynesiados clásicos, que la oferta monetaria debería acomodarse a la evolución de la demanda y del empleo. En otras palabras: si hay recesión y desempleo, hay que volver a inyectar dinero en el sistema. En ese sentido, para los postkeynesianos el banco central debe convertirse en última instancia en prestamista con el fin de evitar crisis financieras acomodándose a los problemas de la economía real (es la postura que estableció Kaldor a mediados de los ochenta en su obra de referencia , The Scourage of Monetarism (Oxford University Press, Oxford, 1986). Se trata, por ejemplo, de que el banco central compre bonos del Estado de tal forma que logre de nuevo inyectar liquidez en el sistema con el objeto de desatascar la parálisis.

¿Y la inflación?
Siguiendo el aserto de que más masa monetaria ocasionaría un relanzamiento de la inflación, autores como el postkeynesiano Sidney Weintraub señalan que estas inyecciones no tendrían efectos sobre la inflación y menos en un momento de depresión (Keynes, Keynesians and Monetarist. University of Pennsylvania Press, Filadelfia, 1978). Si reanimar a un cuerpo moribundo le va a producir fiebre: ¡Bienvenida la fiebre!

¿Debe el Banco Central Europeo actuar inyectando liquidez o comprando deuda?
Antes de que una institución así existiera ya había otros pensadores, tan postkeynesianos como Philip Arestis, que defendían que había que convertir la masa monetaria en instrumento para salir de la parálisis o para moderar las expansiones (Philip Arestis : Post-keynesian Monetary Economics, Edward Elgar, Aldershot, 1988). Sin embargo, de forma opinable, unos defienden que el Banco Central Europeo tiene como principal objeto el control de la inflación y no la salida de las depresiones. Así nos va.

El Banco de Inglaterra nos da la razón
Ante una situación así, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos comenzaron a llevar a cabo estas propuestas que en el plano teórico se limitaban a definir el postkeynesianismo monetario. El Gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, siguió, entonces, una práctica acomodaticia, comprando bonos y por lo tanto salvando de la quema al Reino Unido. El doctor King es un profesor de Economía de la London School of Economics, que fue nombrado Gobernador del Banco de Inglaterra, y, desde su puesto, decidió comprar las emisiones de Deuda Pública con masa monetaria, obteniendo autorización para ello en la reunión del 5 de febrero de 2009, inyectando así una ingente cantidad de libras esterlinas y llevando los tipos de interés al uno por ciento.

Dos compañeros de despacho
Como curiosidad, en sus tiempos jóvenes, siendo profesores ayudantes en los Estados Unidos de América, Mervyn King fue compañero de despacho en Estados Unidos del profesor adjunto Benjamin Bernanke, actual Gobernador de la Reserva Federal norteamericana. De la misma forma, entonces, el judíonorteamericano tomó la decisión de comprar Bonos a partir de nuevas emisiones de dinero o masa monetaria. Durante este último mes se ha decidido emitir 600.000 millones de nuevos dólares con los que comprar, a razón de 75.000 millones al mes, bonos del Tesoro de los Estados Unidos.

Wikileaks
Por cierto, acaba de saberse, a través de las revelaciones que ha aportado Wikileaks, que en una conversación relatada, del Gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, y el embajador norteamericano, Susman, el profesor le comentó que no se fiaba nada de los conservadores británicos (confidencial ID 249236). No me extraña.

Trichet… a por uvas
El Banco Central Europeo -especialmente por las presiones de su consejero del Bundesbank alemán, Axel Weber-, ha señalado que lejos de una postura acomodaticia habría que obligar a los sistemas financieros nacionales y el sector público local a controlar sus gastos. Para Weber, utilícese, defiende, el Fondo para la Estabilidad Financiera que fue creado durante la presidencia española, y no utilicemos el BCE para inyectar liquidez comprando Deuda (¡qué inmenso error!), multiplicando la ataxia con las políticas fiscales de los Estados miembros.

¿Por qué la posición alemana es tan dura?
Porque el Gobierno alemán, teoracto y soberbio, quiere quiebras ordenadas de tal forma que sosteniendo por parte de la Unión Monetaria a los que tienen problemas, garantizaría mejor cobrar la Deuda contraída con los bancos alemanes. Es preferible para ellos que se les pague lo que han prestado -aunque sea con dinero de un fondo común-, que permitir que el Banco Central Europeo emita Deuda que ¡vaya usted a saber donde va a parar!

Especuladores y tiburones
La posición débil de la deuda privada (bancos) o de la pública (Estado), es atacada por posiciones en corto especulativas que deprecian la deuda y provocan que las nuevas emisiones sean, o más caras, o imposibles. La especulación en este caso no es la causa del problema, sino la consecuencia inherente del mismo.

¿Por qué tienen los ojos puestos en España?
España tiene una deuda Pública moderada y un Estado más o menos fuerte. Entonces, ¿cuál es el problema? Existen tres lastres que impiden que la demanda interna avance : 4,5 millones de parados que consumen menos, una deuda privada abultada que no permite que nos endeudemos más con el fin de crecer, y un sector de la construcción que ya no puede ser el motor del crecimiento económico español. Y sin posibilidad de crecer nuestros bancos tienen escasas posibilidades de devolver los créditos internacionales en el día de su vencimiento.

¿Cuánto debemos a los bancos extranjeros?
España tiene contraídas deudas con los bancos extranjeros por valor de 951.000 millones de euros según el Banco de Pagos Internacionales. En ese sentido, debemos tener en cuenta que no tenemos margen para endeudarnos más.

El día del vencimiento
Durante los años 2011, 2012 y 2013, España debe pagar -a su debido vencimiento-, la friolera de 500.000 millones de dólares. ¿Tenemos la posibilidad de obtenerlos en los mercados financieros ahora cerrados?, ¿tenemos capacidad de crecer para ganarlos?

¿Afectaría a España si Portugal fuera intervenida?
Si los bancos portugueses no se pueden financiar y quiebran, España se vería muy afectada. Sólo recordar que las instituciones financieras españolas están expuestas a los residentes de Portugal por valor de 110.000 millones de dólares: si ellos caen, nosotros dejamos de cobrar.

¿Qué pasaría si cayera España?
¿Qué significa caer?: que los bancos españoles no encuentran financiación en los mercados internacionales y no pueden financiar a particulares y empresas generando de esta forma problemas con los depósitos. Esto no va a ocurrir, pero, si ocurriera, arrastraríamos al resto de las naciones europeas (por eso no va a ocurrir). Téngase en cuenta que los bancos franceses están expuestos a los residentes españoles por valor de 248.000 millones de dólares, que los bancos alemanes están expuestos a los residentes españoles por valor de 202.000 millones de dólares y que los bancos del Reino Unido están expuestos en posiciones con los residentes españoles por un valor de 140.000 millones de dólares. Too big to fail.

Weber, Trichet y el Policy maker
Como una larva que no para, erre que erre, Axel Weber, responsable del Bundesbank alemán, miembro por lo tanto del Banco Central Europeo, insiste en que el banco no emita moneda para comprar Deuda: que espabilen los países que tienen problemas. Trichet insiste en su política limitativa, hasta que aguante, y, mientras tanto, el hacedor de la política económica, el policy-maker, observa detenidamente cómo el cuerpo del enfermo se acerca a la muerte por falta de oxígeno, escasez de liquidez y ausencia de crédito.

El asalto final a la mediocridad
Porque el Banco Central Europeo debe evitar las catástrofes financieras alimentando con nueva masa monetaria el sistema esclerótico (Kaldor, Weintraub, Aristes), evitando de este modo una mayor recesión (Krugman). Así, el Banco de Inglaterra (Mervyn King) y la Reserva Federal norteamericana (Ben Bernanke) han seguido una política de inyección a través de la compra de bonos con nueva masa monetaria. ¿A qué espera el Banco Central Europeo para ocuparse de los asuntos que importan?

Publicado por Idoia Ugarte