martes, 25 de enero de 2011

USERA: EL `CHINATOWN´ DE MADRID

Javier Martínez


“Usera ya no es lo que era, esto ha cambiado demasiado desde hace unos años hasta ahora. De hecho, ahora aquí  ya no hay más que gente mayor e inmigrantes; ni rastro de la gente joven”. Alzira, una vecina que lleva toda su vida en el barrio, recuerda con nostalgia como no hace mucho, Usera era un barrio tranquilo y de gente trabajadora, antes de convertirse en lo que muchos llaman ahora como el ChinaTown de Madrid. 

Los datos no dan lugar a la duda: en 2010, casi 5000 autónomos chinos se dieron abrieron un negocio en nuestro país. En este sentido, este barrio del sur de Madrid ha sido uno de los destinos preferidos de los inmigrantes chinos para asentarse en España. Así, desde el año 2005, se ha incrementado considerablemente el número de comercios chinos en este barrio, lo que ha dado lugar a un vuelco total en la fisionomía de esta zona de Madrid que siempre ha sido una zona obrera. 

Ya sea a través de bazares, restaurantes o tiendas de alimentación, los chinos han dado un toque exótico al barrio y a más de uno le han sacado de algún problema cuando se les ha olvidado cualquier tipo de alimento o utensilio sobre las 11 de la noche, además de que lo venden todo a un precio mucho más bajo que cualquier comerciante español. Tampoco han tenido reparos para desviarse hacia el negocio de la peluquería, con unos precios sorprendentes como unos 5 o 6 euros para un corte de pelo para chico.

“Mi mujer está en el paro y sólo con mi sueldo en casa tenemos que apretarnos el cinturón. Si puedo comprar cualquier cosita más barata en un chino, pues eso que me ahorro”. José, un vecino del barrio ya ve con buenos ojos la llegada de este colectivo a su barrio de toda la vida. 
 “De todas formas, supongo que también consumirán productos españoles ¿verdad?”, cuestiona con curiosidad. Así, la llegada de estos inmigrantes desde el lejano oriente se ha confirmado como un arma de doble filo, ya que aunque son muchos los que se pueden beneficiar de los precios que traen al público, también tienen graves inconvenientes para la economía madrileña.

Y puede ser que ahí esté el problema. En los últimos tres años, muchos comerciantes de Usera se han visto obligados a bajar la persiana, no sólo por la crisis económica, sino también porque les es imposible competir con los precios que ponen los comerciantes chinos a sus productos. “Lo malo de todo esto es que he visto a muchos amigos de toda la vida marcharse de aquí con el rabo entre las piernas: se les ha juntado todo”

 Ellos lo ven de otra manera. “Aquí puedo hacer muchas cosas más que en mi país. Me gusta trabajar, y por eso no me importa tener todo el día abierta la tienda. El único problema es el idioma”. Para Tae Song, inmigrante chino de 23 años, venir a España era una obligación y una necesidad. Ahora trabaja 14 horas al día para poder pagar su alquiler. El barrio ya no es lo que era, de hecho ya es de ellos. Una cosa está clara: les gusta demasiado el capitalismo.

1 comentario:

  1. Desde que lo vi en las noticias tengo mucha curiosidad por visitarlo. Tengo que investigar para saber dónde está y cómo llegar.
    De todos modos, todas las grandes y cosmopolitas ciudades tienen sus zonas, y es raro no encontrar un barrio chino. Suelen ser espacios en los que el visitante tiene la impresión de haber salido de la ciudad en la que ese barrio está inmerso. El salto cultural suele ser bestial. Y no por ello negativo.
    Puede que el Ayuntamiento de Madrid debiese promocionarlo como un atractivo turístico de la ciudad, más que intentar enfrentarse al gigante rojo que, a fin de cuentas, ya hasta nos compra deuda pública.
    Si no puedes contra ellos....

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