En otoño, el Estado nacionalizará las cajas más débiles y serán absorvidas y transformadas en bancos.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, presentaron en la tarde de ayer el nuevo pland del Gobierno para reforzar el sector financiero español y disipar las dudas sobre su solvencia.
El Estado se convertiría en accionista de las entidades en apuros que se hayan ocnvertido previamete en bancos.
En el mes d febrero el Ejecutivo aprobará un real decreto para fijar la snuevas ocdiciones de saneamieto que se exigirán a las cajas de ahorros.
Una de las novedades de este escenario serán las mayores exigencias de core capital. De forma general, se exigirá un mínimo del 8% de los activos ponderados por riesgos. Esta cifra será superior para aquellas empresas que no coticen ni tengan inversiones privadas, y además presenten una dependencia de los mercados de financición mayorista.
Las entidades financieras tienen de plazo hasta septiembre para captar el el capital necesario para llegar al nuevo nivel requerido. El Banco de España será quien, trascurrido ese tiempo, determine la decisión final.
También, el Gobierno autorizará al FROB a comprar acciones ordinarias con derechos políticos de estas entidades en apuros.
Hay quien ve en la exigencia de convertirse previamente en banco el principio del fin de las cajas de ahorros. Otros echan de menos en este nuevo plan que no se obligue a las cajas a aflorar sus pérdidas. Si no se hace ningún accionista privado querrá entrar en el capital, solo el contribuyente.
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